De acuerdo a lo que informaron desde el Gobierno "esta situación no obedece a ninguna anomalía técnica en la red, sino a la faltante natural del recurso debido a la escasez de lluvias. Las estadísticas porcentuales de precipitaciones, son las más bajas de los últimos 4 años generando un impacto directo en el abastecimiento de la zona".
A la falta de obras de infraestructura para evitar este problema que se sucede año tras año, así se excusa el Gobierno: no hay agua porque no llueve.
Los vecinos de Villa de la Quebrada cuentan con tan solo un poco de agua un par de horas al día, después se corta el suministro hasta que lentamente las piletas recuperen su nivel.
A comienzos del mes de octubre la Municipalidad advirtió de esta situación y pidió a los pobladores cuidar el agua: "El Municipio solicita la colaboración de todos habitantes de nuestra localidad en el uso racional del elemento vital, ya que la falta de lluvia hace que el agua que ingresa a nuestra planta potabilizadora no alcanza para el abastecimiento de la misma.
La cantidad de agua no llega ni a la mitad del reservorio, por lo que tampoco se puede hacer el suministro con el tanque de agua con el que cuenta este Municipio."
Desde entonces, como suele ocurrir en esta época, los vecinos ven restringido el uso del servicio por el que pagan.
A la falta histórica de previsión de los distintos gobiernos, se le suman las diferencias política entre la actual gestión local de la adolfista Stella Maris Lobos y la del Gobernador Alberto Rodríguez Saá. Lobos culpa al primer mandatario provincial de los males del pueblo que gobierna y por incumplir promesas electorales.
Sin embargo, el próximo 10 de diciembre asume una nueva intendente, Rosa Calderón, quien al parecer entraría con el pie derecho al municipio religioso ya que el presupuesto provincial contemplan para el año entrante cuatro importantes obras para su localidad, entre ellas las solicitadas por la jefa comunal electa: el "Aprovechamiento hídrico Villa de la Quebrada", y que se realizaría en dos etapas presupuestas en más de 10 millones de pesos cada una.
Además, se espera también para esa localidad la construcción de la UPRO por $63 millones y la refacción del hospital local por 15 millones de pesos.