Trece años después, un hombre será juzgado por abuso sexual

(25-10-19 / por María José Corvalán) Este martes 29 de Octubre, J.M. enfrentará un juicio por el que lo acusan de abusar sexualmente de sus dos hijas, con acceso carnal a una de ellas, y con los agravantes de ser su padre biológico; la persona que debía cuidarlas terminó provocando grave daño físico, psíquico y emocional.

Este puede ser un caso más que demuestro lo lenta que llega la justicia y la impunidad de la que gozan los abusadores; pero para las sobrevivientes significó vivir más de la mitad de sus vidas aterradas y creyendo que nadie las escucharía nunca.



La mayor de las hermanas dijo a un medio de comunicación hace unos años que lo que la convenció de hablar fue su hermano más pequeño: “Sabía que ahora iba a ir por él”. J.M. fue denunciado en el 2007 por su ahora ex esposa, madre de sus hijos, pero disfrutó de su libertad hasta el 2016. 

Todos esos años de injusticia significaron para las víctimas y la familia una seguidilla de momentos de horror, angustia, bronca y desprotección: “Las niñas se animaron a contar su verdad y vieron como nadie hacía nada”.

J.M. manejaba un utilitario levantando pedidos en diferentes negocios, por lo que ambas jóvenes se lo cruzaban permanentemente en el centro de la ciudad, en las inmediaciones de la escuela o hasta en la esquina de su propia casa.

“A veces ibamos a comprar con mi hermana y nos teníamos que volver corriendo a encerrarnos porque veíamos que estaba estacionado en la esquina. Otras veces estábamos comprando y a nuestras espaldas lo escuchabamos saludar de repente. Se nos helaba la sangre”. 

La mayor de las hermanas pudo hablar muchas veces y contarlo hasta fortalecerse, pero atravesó incontables intentos de suicidio, autolesiones y situaciones de violencia. Su vida se vio atravesada y afectada por completo. La menor aún no puede admitir lo que le pasó, ni mucho menos contarlo. 

La madre de las víctimas debió afrontar sola la crianza de todos sus cuatro hijos e hijas, luchar por justicia, trabajar para poder sostener la familia y contener la angustia de sus hijas abusadas. 

En Junio del 2016, el juez Cadelago Filippi, en ese momento a cargo del juzgado penal N°1, desenterró el expediente, ordenó la detención del abusador y lo procesó. Desde ese momento permanece detenido en la penitenciaría a la espera del juicio, que su abogado logró dilatar más de una vez con presentaciones y recursos.

En Abril del 2018 por fin fijaron fecha par juicio previsto para Julio del mismo año y la familia completa se preparó para enfrentarlo, pero se suspendió.

“Nos dijeron que estaba mal hecha la acusación fiscal, que debía estar mejor fundamentada, así que debimos seguir esperando”, cuenta una de las víctimas.

Hoy, una vez más se preparan para esperar la tan ansiada justicia. La fiscalía pidió 20 años y el 29 de Octubre inicia el juicio oral ante la Cámara Penal N°1 de la primera circunscripción judicial de San Luis. Esperan que se desarrolle en tres días, aunque probablemente se extienda un poco más. 

La abogada de la familia, Karina Mantelli, espera que no haya más dilaciones y que de una vez por todas se condene al agresor de sus representadas. 

*Nota: Para preservar a las víctimas de estos delitos no se publican nombres.