Poggi caminaba junto a su equipo de campaña por las intersecciones de Pedernera y Riobamba de esa ciudad cuando sorpresivamente un grupo de feministas, desde un auto, lo increparon.
"Estamos en presencia de un asesino en nuestra ciudad, Claudio Javier Poggi, cómplice de los genocidios de Estado. Las muertes por abortos clandestinos son femicidios de Estado" gritaban las activistas en el escrache ante la mirada atónita de las y los vecinos.
"Responsable de los perejiles en los úteros y perejiles en los ovarios. Poggi es responsable de las muertes por abortos clandestinos", le gritaban las mujeres a través de un megáfono, habitualmente utilizado en las marchas.
Una de las mujeres integrantes del movimiento feminista de Villa Mercedes aseguró: "los abortos clandestinos que salen mal son muertes evitables, y cada uno de los y las senadoras que votaron en contra de las mujeres tienen su manos manchadas de sangre. No salvaron dos vidas, sino que que votaron por más abortos inseguros y clandestinos. Ellos serán los que tengan que salir a la calle con vergüenza y no nosotras, que ya no tenemos miedo y nunca más nos callaremos" enfatizó.
Cuando las mujeres demandaban "el cumplimiento efectivo de la ley de educación sexual integral un grupo de seguidores de Poggi se acercó al auto a tratar de quitarles por la fuerza el pañuelo verde que flameaban por la ventalilla, símbolo de la lucha de la Campaña Nacional por el aborto legal, con su triple consigna: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir.
Informó: María José Corvalán