La frágil vida de Nelson Madaf

(14-3-18) El hombre, víctima de torturas en la cárcel por un crimen que no cometió, allá por el año 1989, volvió a su casa tras varios meses de haber estado internado, en grave estado, en el hospital de San Luis. Se encuentra débil, pesa 35 kilos y no camina. 

Ayelen Britos, periodista de #AmanecerInformados, el programa que emite Radio Nacional San Luis, visitó la casa donde vive hoy Nelson Madaf (46), junto a su madre de 74 años, tras haber estado internado cuatro meses en terapia intensiva.

Con un teléfono celular, la cronista filmó cómo vive actualmente Nelson: "Con muchas necesidades. Pesa 35 kilos, no tiene fuerza para caminar, necesita con urgencia una silla de rueda, convive con problemas en los huesos y el HIV que se contagió cuando estuvo en la cárcel", relató Ayelen desde las redes sociales.

Mirá el video:



En contexto:
Nelson Madafs fue acusado por un homicidio que no existió. La historia comenzó en 1989, en la ciudad de San Luis, con la desaparición de Claudia Díaz, una adolescente de 15 años que cursaba 2do año en el Colegio Nacional. Nelson, quien en aquel entonces tenía 19 años, era albañil. A Claudia la conoció días antes de su desaparición y la investigación lo culpó de secuestrarla, hacerla abortar y asesinarla.

En realidad, la policía no tenía ninguna pista certera de la desaparición de Diaz, el tiempo transcurría sin novedades y los medios y la opinión pública presionaban para que se esclarezca el caso.
La presión social de los años 90 se contextualizaba en el caso María Soledad Morales, lo que llevó a los investigadores a cometer toda clase de abusos para resolver el caso puntano a cualquier costo.

En 1993 una carta anónima llega al Juez de la causa relatando la muerte de la joven en casa de una enfermera, con participación de su hija, su cónyuge y Nelson Madafs.

A fuerza de tormentos el joven albañil confesó haber presenciado la muerte de la chica, repitió palabra por palabra el relato del anónimo, sellando así su fatídico destino y arrastrando a tres personas con él.

Nelson padeció toda clase de torturas hasta que confesó un crimen que no no existió y años en prisión donde contrajo HIV. En 1998, con información proveniente de un llamado anónimo, se descubre que Carolina Diaz estaba viva, que residía en San Juan y que tenía 5 hijos.
Nelson Madalfs fue sobreseído meses después y desde entonces vivió en la indigencia hasta que consiguió ser beneficiado con una pensión graciable. Recién en el 2011 el Estado Provincial lo indemnizó con un poco más de $300.000.

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