Esta es la historia del puntano que en 24 horas fue y volvió del país carioca, saltando todos los pasos burocráticos, para conseguir la medicación porque entendió que se trataba de un caso de vida o muerte.
"Acá hay una política de salud muy fuerte, la mejor obra social es la Provincia", aseguró Caballaro para describir el apoyo que tuvo desde el Gobierno pampeano para lograr el propósito de acercarle la medicación a un chico de 17 años que a las pocas horas de recibir el remedio mostró las primeras mejorías, lo que le significó hasta el día de hoy una mejor calidad de vida.
Felix nació, se crió y estudió en la capital puntana, donde se recibió de farmacéutico. A los 30 se fue de la Provincia por razones laborales, y previo paso por Río Negro, se estableció definitivamente en La Pampa. Hoy con 55 años, casado y cuatro hijos, está al frente de la Coordinación de Gestión Ministerial del Ministerio de Salud de la provincia que adoptó para vivir: "Soy un bicho de hospital", dice para ilustrar su pasión por el sector público, donde desplegó sus conocimientos en la materia.
Orgulloso de su hazaña, Felix comentó a La Posta que a un mes de haber conseguido el medicamento, el paciente que en aquel momento estaba muy desmejorado por su dolencia, hoy se encuentra bien; y aunque el pronostico de estas enfermedades no sea alentador, se buscó de brindarle una mejor calidad de vida, explicó el funcionario sin ocultar su emoción por la tarea cumplida.
La historia se hizo publica la semana pasada, a través de un portal pampeano, aunque en San Luis, su tierra natal, fueron sus amigos quienes se encargaron de difundirla.
La Arena fue el medio local que describió con lujo de detalles la travesía del puntano bajo el título:
El increíble viaje de Darío Caballaro a Brasil, y que invitamos a leer desde su fuente.